Programa 226 (1 Diciembre 2024): José Rótulo II
José Rótulo o “Pepe Pirri” en alguna de sus creaciones, nació en Montevideo un domingo 29 de octubre de 1905. Atrapado desde chico por la música a través de la ejecución del piano, Rótulo fue sin embargo uno de los grandes letristas románticos del tango, que desarrolló en esta orilla del Plata toda su creatividad poética. Amigo de otro gran pianista oriental, Lalo Etchegoncelay, por la común afición al ciclismo, Rótulo frecuenta al malogrado cantor Romeo Gavioli y es a través de esta amistad que eventualmente Rótulo cruza a Buenos Aires a fines de los años 30, vinculandose a Edgardo Donato y sus músicos. Su debut en la cera ocurre nada menos que de la mano de este gran director, componiendo en compañía de su hermano Osvaldo, “Repique del corazón", que graban el propio Gavioli y Horacio Lagos, en febrero de 1941. Pero es con “Parece un cuento”, grabado por Julio Martel en la orquesta de Alfredo De Angelis, que Rotulo ingresa para siempre en el selecto panteón de los poetas de nuestra música. Fue De Angelis quien grabó algunos de sus temas más celebrados, y sobre el genio de Banfield, decía Rótulo:
“Alfredo de Angelis es el músico que menos trabajo me ha dado, pues sus tangos siempre se los devolví escritos al otro día de serme entregados, y de esta forma los tocó, sin objetar ni una sola palabra de las escritas por mí”.
Sus éxitos continuaron a todo lo largo de las gloriosas décadas del 40 y del 50, y tuvo un rol importante en la sindicalización de los autores de la música en aquellos años, cumpliendo la función de tesorero en SADAIC. Con el producto de sus creaciones, Rótulo tuvo una peluquería de damas en San Juan y Boedo y una concesionaria de autos. Falleció en Buenos Aires el sábado 27 de noviembre de 1965, con 60 años recién cumplidos. Hoy rescatamos su memoria en La Vermu.
Hoy escuchamos / Today we listened to:
Repique del corazón
Cara negra
Parece un cuento
Firuletear de bandoneón
Vamos, vamos, zaino viejo (pedido)
Nací en Pompeya
Como el hornero
Remolinos
Pregonera